Las cofradías de Sepúlveda
En la villa existen actualmente seis cofradías. Este número es sorprendente, teniendo en cuenta su escasa población.
Las cofradías actuales, además de la del Santísimo o del Corpus- que también se llama popularmente del Señor, nombre que igualmente se da a la casa de su sede, son las de la Veracruz y las Cinco Llagas o Plagas, la Transfiguración del Señor o Duruelo, el Carmen, la Virgen de la Peña y San Marcos.
Antes hubo además, que sepamos, las de la Cruz o el Hospital, Ánimas, Nuestra Señora del Buen Suceso, San Antonio, San Crispín, el Nombre de Jesús y el Rosario.
Vemos pues que estaban y aún siguen representados en la villa, varios tipos de hermandades, las más caracterizadas y difundidas por doquier. Además de esta sacramental, la Cruz y la Veracruz encarnan el de pasión, mientras que la Transfiguración es de gloria, género al que podríamos adscribir la del Nombre de Jesús. Hemos visto además cuatro marianas y tres de santos, y una dedicada exclusivamente a los fieles difuntos, aunque la presencia de éstos estaba muy acusada en todas ellas.
En la de la Peña eso pasa más desapercibido por su predominio cultual, mientras que la del Santísimo es algo intermedia entre uno y otro aspecto. Antes del cambio de las circunstancias sociales, una misión esencial de estas cofradías era precisamente asegurar el enterramiento de los hermanos. Pero después, la intercesión por éstos y los rezos en común siguen siendo una impronta decisiva.
La cofradías del Rosario y el Nombre de Jesús nacieron, ésta a fines del siglo XVI y aquélla a principios del XVIII, por presión episcopal, común a todos los pueblos de la diócesis. Nunca fueron pujantes y arraigadas y se extinguieron por consunción. Más bien recuerdan las asociaciones piadosas posteriores.
La del Carmen se fundó para los tejedores en 1790. Luego dejó de tener esa exclusividad. Ese debió ser el caso de la de San Crispín, para los zapateros, pero de ella sólo nos han llegado noticias del siglo XIX, en sus postrimerías. La de Ánimas se fundo el año 1700 en la iglesia de San Bartolomé.
De las demás no se conocen las fechas fundacionales; ni siquiera es segura la de la Peña, a pesar de ser más tardía, acaso del siglo XIX. Unas ordenanzas de Duruelo, el año 1566, dicen que las anteriores estaban en una letra antigua difícil de leer. Un documento del Hospital es de 1572, pero debe ser bastante anterior: y la de Plagas consta a principios del siglo XVII. El primer documento conocido de San Marcos es de 1848. Pero los orígenes de todas son de una antigüedad que se nos escapa. La del Buen Suceso también consta en el XVII, y por la nomenclatura militar de sus cargos, renovados anualmente para organizar la fiesta titular, influyó en la de la Peña. La de San Antonio parece del siglo XVIII.
La del Hospital fue suprimida en la Regencia de Espartero, y la de San Antonio sucumbió a la desamortización. La del Buen Suceso prolongó su agonía hasta el siglo XX.
El 5 de mayo de 1842, la Cofradía del Santísimo acordó absorber a la de Ánimas, también desamortizada: “y se seguirá diciendo la misa de doce y lo mismo el decir los sufragios atrasados a varios hermanos que habían muerto y por hallarse empeñada la tal cofradía no se les habían dicho. Y que el hermano que ya era de la del Santísimo quedase por tal hermano de Ánimas y teniendo que decirle los sufragios de Ánimas como a los demás, en pagando los domingos un cuarto como los otros de Ánimas”.
Además del aspecto religioso determinante de su existencia y definidor de su identidad, estas cofradías han sido un vínculo entre los hermanos convecinos, de manera que de ellas hacían parte incluso algunos muy escasamente practicantes. El anticlericalismo no se dejó sentir en ese aspecto, sino en algún episodio que hay que tomar como un eco de la historia nacional contemporánea, en los días previos a la guerra civil.
Cofradía del Santísimo Sacramento. C/ Corpus, 13. 40300 SEPÚLVEDA (Segovia). info@minervaensepulveda.org
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